El esencial papel de la arquitectura en la pandemia del Covid-19
El rediseño de infraestructuras, públicas y privadas, permite cubrir las necesidades de espacio o logística que requieren las diferentes ciudades e incluso evitar o frenar la dispersión del virus
La versatilidad de la arquitectura juega un rol muy relevante dentro de la pandemia actual, ya que puede transformar de forma radical la vida de pacientes y profesionales sanitarios. De hecho, el rediseño de espacios funcionales ya ha estado presente en algunas de las tragedias más importantes de la historia, como el terremoto de Fukushima en 2011 o la gran inundación de Italia en 1966.
En Madrid, Sabadell, Nueva York e Italia. Son solo algunos de los lugares en donde se han reconvertido infraestructuras públicas y privadas en tiempos del coronavirus.
Por lo tanto, ha quedado demostrada la utilidad de la arquitectura en esta crisis, ya que, además de cubrir las necesidades de espacio o logística que requieren las diferentes ciudades, permite evitar o frenar la dispersión del virus e incluso ayudar al paciente a afrontar la situación desde una perspectiva psicológica. ¿Cómo es posible? Gracias al desarrollo de entornos con tecnología avanzada, accesibles y centrados en la comodidad y la higiene.
Elementos de un rediseño arquitectónico versátil
Las unidades temporales de atención e infraestructuras de apoyo se han construido en tiempo récord por todo el mundo.
En todas ellas suelen primar una serie de características:
- Utilidad. Ofrecen un espacio necesario para facilitar la tarea de servicios sanitarios, de logística, primera necesidad.
- Evitan la propagación. Están diseñadas para aislar al paciente y al virus lo máximo posible y evitar así su propagación.
- Condiciones higiénicas. La distribución y el material de construcción buscan potenciar la higiene.
- Accesos inteligentes. El rediseño de lugares de paso es un factor importante para la dispersión del Covid-19, por ejemplo, en el caso de los pomos de las puertas.
Adaptación y rediseño, un desafío para los profesionales
Para los profesionales de la arquitectura es un gran desafío diseñar espacios para facilitar la tarea de los servicios sanitarios durante una pandemia de este calibre.
En Madrid, por ejemplo, para paliar el colapso de las morgues de la zona se ha dado uso al edificio del Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de Justicia, abandonado desde 2008. Cruzando el charco, en Nueva York, hemos visto Central Park reconvertido en una instalación de apoyo para el hospital Monte Sinaí, así como la Catedral de San Juan el Divino, en Manhattan.
Asimismo, la versatilidad de la arquitectura también puede servir de ayuda en otro tipo de catástrofes, e incluso evitar sus daños en un futuro. Es el caso del arquitecto Shigeru Ban, quien construyó separaciones con sábanas y tubos de cartón durante el terremoto de Fukushima de 2011, para que los afectados pudiesen tener la máxima privacidad posible.
La intimidad también es una de las características que prima el italiano Renzo Piano que ya adaptó infraestructuras cuando Italia sufrió la peor inundación de su historia en 1966, donde empleó poliéster reforzado para construir viviendas económicas en poco tiempo.
La arquitectura debe adaptarse para transformar estos lugares y dotarlos de aspectos fundamentales para abordar una crisis. En esta ocasión, la del Covid-19, se convierte en una herramienta indiscutible que puede servir de gran ayuda para toda la sociedad.